Lugares de encuentro y calidad de vida

El advenimiento de la arquitectura moderna en gran medida propuesta por Le Corbusier con su visión de la ciudad contemporánea Plan Voisin en 1925, a pesar de que nunca se construyo su proyección de edificios en altura ha perdurado en la idea de urbanismo para la ciudad moderna, ya que el aprovechamiento de suelo en relación a la densidad era determinante en una ciudad como París, donde el costo de tierra era cada vez mayor, así como también la demanda de vivienda. Así fue como grandes ciudades se demolieron para dar paso al nuevo paradigma arquitectónico. Si bien muchos teóricos modernos ven con una mirada crítica que las ciudades hayan tomado este inminente rumbo como única solución al crecimiento, es una realidad que los edificios en altura a modo de rascacielos seguirán representando a las grandes y más importantes ciudades.

Con este contexto urbanístico de la ciudad moderna, todavía quedan muchas variables que pueden aportar al crecimiento comunitario y social de las soluciones edilicias. Ya que uno de los fenómenos más preocupantes de estas sociedades hacinadas es el aislamiento, la consecuente soledad y calidad de vida. La influencia de las relaciones sociales en la mortalidad es comparable a la de factores de riesgo como el tabaquismo y el consumo de alcohol. Las personas mayores con relaciones sociales tiene mejor salud y más capacidad de afrontamiento, y la participación en actividades de ocio y la interacción social incrementan la función cognitiva y proporcionan apoyo emocional.

En este sentido además de los evidentes requerimientos de seguridad y accesibilidad que necesitan los adultos mayores y discapacitados, están los diseño de lugares comunales y de encuentro, dentro de otros aspectos importantes, pero éste es el que queremos abordar. Hablamos más allá de un lobby o recepción elegante y pulcra o de pasillos, estos son una consecuencia necesaria para la distribución, no proponen encuentro sino transito. Los lugares de encuentro se diseña de tal forma que los usuarios los usen no solamente como tránsito sino además como lugares de descanso, esto facilita que los encuentros entre usuarios sean espontáneos, naturales y a veces necesarios.

Por ejemplo en Ficus Conjunto Residencial, el último proyecto desarrollado por nuestra empresa, el diseño de las áreas comunales inició con su ubicación, ya que todos los autos se distribuyen al subsuelo permitió aprovechar la planta baja con exclusividad peatonal. El diseño de esta circulación permite generar lugares de encuentro naturales y abiertos, a diferencia de los encuentros que se generan en lobbies o pasillos, estos tienden a ser efímeros y superfluos, cosa que también se observa en diversos amenities que crean los edificios modernos como otra forma de lugares de encuentro,sobretodo para jóvenes: salas de cine, bolos incluso pistas de patinaje, pero al ser espacios especializados, es decir voy a la sala de cine a ver una película o a patinar o jugar bolos, no generan un espacio relajado de convivencia y encuentro espontáneo, sino más bien diversión en grupos. Muchas veces más es menos, los lugares de encuentro especializados generan altos costos de mantenimiento y más lugares de hermeticidad, no se logra mitigar la sensación de aislamiento que generan los edificios.

La calidad de vida es una extensión de nuestro hogar y la arquitectura puede procurar que esto se desarrolle. La próxima vez que estés buscando una vivienda identifica estos lugares, pueden ser la gran diferencia para mejorar tu calidad de vida.